lunes, 26 de mayo de 2008

PATRICIA

GARCILASO DE LA VEGA

ÉGLOGA II
Que Lorenzo era un hijo querido e importante para Garcilaso lo demuestra el hecho del nombre elegido, así como los apellidos: ambos habían sido usados por varones destacados de la familia desde siempre. Es decir, era como si le considerase su primogénito, el continuador de su estirpe, hecho posteriormente frustrado por el arreglo matrimonial con una joven del gusto de los monarcas (Elena era dama de la infanta doña Leonor de Austria, hermana de Carlos I).
Quizás con el tiempo Guiomar tuviese otros amores, lo que pudieron provocar los celos del poeta, nacidos del rescoldo de su amor. ¿Se refiere a ella cuando, a propósito de una reflexión sobre la muerte, se queja de ver a su amada en brazos de otro hombre?. Según las interpretaciones tradicionales, en este fragmento que ahora transcribo Garcilaso estaría pensando en la ya casada Isabel Freyre.

ÉGLOGA III

La protagonista de esta historia va a ser una ninfa que acaba de fallecer: Elisa. Todos los críticos han explicado este fragmento en clave personal (presumiblemente, el poeta está contando su propio desengaño amoroso, relatando la muerte de Isabel Freyre). Pero sobre esta cuestión volveré más tarde. Y no se acaban las referencias al Tajo en esta composición: sus ninfas van a convertirse en confidentes del deplorable estado de ánimo que sufre el poeta en el soneto que sigue.

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